Durante tres años Raymar Lucena Rivera, un reconocido empresario en la zona de Cabo Rojo y quien fue acusado por narcotráfico y lavado de dinero por un gran jurado federal el pasado miércoles, logró presuntamente amasar una jugosa fortuna de $100 millones producto de sus supuestos negocios con el bajo mundo.
Con contactos en República Dominicana, Panamá y Colombia, según la acusación, Lucena Rivera logró lavar grandes sumas de dinero en efectivo, al solicitarles a terceros cheques cuantiosos para utilizarlos en varios desarrollos inmobiliarios de lujo en Puerto Rico.
Las autoridades federales alegan que Lucena Rivera, propietario y presidente de RV Trucking Corporation en Cabo Rojo, utilizó su lujosa residencia en Mansiones de dicho municipio para llevar a cabo varias de las transacciones millonarias.
“Los esfuerzos de las agencias federales de ley y orden han dado con la detención de este individuo que participaba en actividades a gran escala en el tráfico de drogas, con la asistencia de traficantes de droga internacionales en la parte financiera de su negocio”, dijo Rosa Emilia Rodríguez Vélez, fiscal federal. Sobre Lucena Rivera pesan dos cargos por narcotráfico y siete por lavado de dinero.
Según el pliego acusatorio, el 28 de mayo de 2010 Lucena Rivera entregó $1,375,039 a una persona conocida por el gran jurado en el estacionamiento de K-Mart en Plaza Las Américas, con las instrucciones de que le hiciera un cheque a nombre de Lucmar Solutions Corp. por la cantidad de $125,000 y que le entregara $1,088,000 a un socio suyo en República Dominicana.
Sucesivamente la acusación sostiene que Lucena Rivera realizó 14 transacciones adicionales con fechas específicas en las que entregó millonarias cantidades de dinero.
“El 29 de septiembre de 2010 Raymar Lucena Rivera entregó $2,390,960 a una persona conocida por el gran jurado en su casa en Cabo Rojo. Lucena Rivera instruyó a la persona conocida por el gran jurado a proveerle cuatro cheques con los nombres de las siguientes entidades: Regency Park Association ($190,000), Palmas Reales ($33,000), Banco Popular ($293,000), Joyuda Beach Resort ($1,175,000) y de entregar una cantidad en dólares a sus socios”, reza el pliego acusatorio.
La fiscal detalló que al momento de su arresto Lucena Rivera se encontraba coordinando el pago final de una compra de 200 kilos de cocaína con un contacto en Colombia y durante la investigación agentes de la Administración Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) confiscaron sobre $2 millones del empresario que presuntamente lavó $7 millones en los pasados 18 meses.
Ayer, empleados de RV Trucking Corporation expresaron bajo condición de anonimato que estaban sorprendidos con las imputaciones contra su jefe.
La Fiscalía Federal solicitó una confiscación de varias propiedades de Lucena Rivera y el caso está asignado al fiscal federal Carlos Cardona.
De salir culpable, Lucena Rivera encara una pena mínima de diez años de prisión y un máximo de cadena perpetua.
Con contactos en República Dominicana, Panamá y Colombia, según la acusación, Lucena Rivera logró lavar grandes sumas de dinero en efectivo, al solicitarles a terceros cheques cuantiosos para utilizarlos en varios desarrollos inmobiliarios de lujo en Puerto Rico.
Las autoridades federales alegan que Lucena Rivera, propietario y presidente de RV Trucking Corporation en Cabo Rojo, utilizó su lujosa residencia en Mansiones de dicho municipio para llevar a cabo varias de las transacciones millonarias.
“Los esfuerzos de las agencias federales de ley y orden han dado con la detención de este individuo que participaba en actividades a gran escala en el tráfico de drogas, con la asistencia de traficantes de droga internacionales en la parte financiera de su negocio”, dijo Rosa Emilia Rodríguez Vélez, fiscal federal. Sobre Lucena Rivera pesan dos cargos por narcotráfico y siete por lavado de dinero.
Según el pliego acusatorio, el 28 de mayo de 2010 Lucena Rivera entregó $1,375,039 a una persona conocida por el gran jurado en el estacionamiento de K-Mart en Plaza Las Américas, con las instrucciones de que le hiciera un cheque a nombre de Lucmar Solutions Corp. por la cantidad de $125,000 y que le entregara $1,088,000 a un socio suyo en República Dominicana.
Sucesivamente la acusación sostiene que Lucena Rivera realizó 14 transacciones adicionales con fechas específicas en las que entregó millonarias cantidades de dinero.
“El 29 de septiembre de 2010 Raymar Lucena Rivera entregó $2,390,960 a una persona conocida por el gran jurado en su casa en Cabo Rojo. Lucena Rivera instruyó a la persona conocida por el gran jurado a proveerle cuatro cheques con los nombres de las siguientes entidades: Regency Park Association ($190,000), Palmas Reales ($33,000), Banco Popular ($293,000), Joyuda Beach Resort ($1,175,000) y de entregar una cantidad en dólares a sus socios”, reza el pliego acusatorio.
La fiscal detalló que al momento de su arresto Lucena Rivera se encontraba coordinando el pago final de una compra de 200 kilos de cocaína con un contacto en Colombia y durante la investigación agentes de la Administración Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) confiscaron sobre $2 millones del empresario que presuntamente lavó $7 millones en los pasados 18 meses.
Ayer, empleados de RV Trucking Corporation expresaron bajo condición de anonimato que estaban sorprendidos con las imputaciones contra su jefe.
La Fiscalía Federal solicitó una confiscación de varias propiedades de Lucena Rivera y el caso está asignado al fiscal federal Carlos Cardona.
De salir culpable, Lucena Rivera encara una pena mínima de diez años de prisión y un máximo de cadena perpetua.
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